El talento individual gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia
gana Campeonatos.
Michael Jordan
Las Empresas están descubriendo la potencialidad del Coaching de Equipos como una modalidad del Coaching en el que se coachea al Equipo en su conjunto para mejorar su rendimiento y facilitar la consecución de resultados extraordinarios.
El Coaching de Equipos permite incrementar el rendimiento del equipo mejorando la cohesión, cooperación y comunicación entre todos los integrantes que forman parte del Equipo gestionando adecuadamente las tensiones y conflictos que se pueden generar, potenciando y alineando las aportaciones individuales en un ejercicio de generosidad de cada miembro para conseguir el objetivo común.
Mediante el Coaching de Equipos se gestiona la confianza y el compromiso de cada miembro del Equipo, se persigue un clima de apertura entre todos los integrantes que les permita dialogar francamente para resolver los conflictos y permitir la asunción y rendición de responsabilidades.
El primer paso antes de abordar un proceso de Coaching de Equipos será preciso conocer el Entorno en el que se mueve el Equipo e identificar la Cultura predominante de la Empresa de la que forma parte éste, donde de manera formal o informal se acceda al conocimientos de los valores y creencias compartidas, normas y estilo de comportamientos que son aceptables o no para la Organización y que sin duda alguna impregnarán y modelaran el funcionamiento del Equipo.
Una vez realizado un diagnóstico sobre el tipo de Cultura Organizativa imperante que configura las iteraciones entre sus miembros dotándoles de cohesión e identidad propia, en el que se pondrá de manifiesto aspectos tales como la tolerancia o aversión al riesgo, la autonomía o el grado de control que se ejerce, la cooperación o competencia entre los miembros, el respeto a la jerarquía y los valores tradicionales, la innovación y capacidad de aprendizaje frente al conservadurismo…..pasaremos a poner nuestro foco como Coach en el Equipo.
Lo primero que haremos es conocer su situación y momento actual, para después hacer un rápido viaje al pasado que nos permita identificar los patrones de comportamiento específicos que caracterizan al Equipo.
Será aquí donde identificaremos cuales son los retos a los que el Equipo se tiene que enfrentar, averiguaremos conjuntamente con el Equipo, a partir de sus diferencias y singularidades, cual es la visión compartida por todos sus miembros, cual ha sido la trayectoria anterior del Equipo, sus historias de éxitos y sus fracasos, los juicios que tienen de ellos mismos y los juicios que tienen de ellos los demás, pondremos sobre la mesa las fortalezas y debilidades que tienen para resaltar sus palancas hacia el éxito.
Es a partir de los puntos de vista y necesidades individuales que se tendrán que confrontar e interactuar conjugando una doble dimensión, la global con la dimensión individual , donde el Equipo alcanzará su visión conjunta, sustentada en valores y sentimientos compartidos, que les permitirá avanzar alineando sus esfuerzos y actuaciones hacia el objetivo común.
Llegado a este punto, y a partir de la gestión de la diversidad, una vez establecidos con claridad los objetivos comunes que el Equipo quiere conseguir y concretados los aspectos en los que debe mejorar su rendimiento, el Equipo y su Líder tendrán que establecer estrategias y diseñar o reevaluar nuevos planes de actuación y comportamientos que les lleven eficazmente hacia sus metas.
A diferencia del Coach Ejecutivo Individual, que también será conveniente abordar separadamente con cada integrante mediante un repertorio de sesiones individuales, en el Coach de Equipos nos centraremos en las relaciones, interdependencias y flujos que se establecen en el Equipo hacia afuera y hacia adentro.
Nuestra tarea será coachear las conexiones entre cada componente del Equipo, en su triple vertiente de su historia personal dentro de la empresa y los roles formales e informales que desempeñan dentro del Equipo. Tendremos que prestar atención a la forma en la que el Equipo establece sus propias reglas de juego y se organiza internamente para mejorar su eficacia, a los roles y grado de participación y compromiso que adopta cada uno y observar el proceso de comunicación y decisión que siguen para, si fuera preciso, rediseñar algún aspecto de todo el proceso con el concurso activo del Equipo.
Para ello, nuestra misión como Coach será actuar como un espejo y mostrar al equipo como se están comportando para, mediante un proceso de autodescubrimiento y aprendizaje continuo, detectar las ineficiencias, incoherencias y factores limitantes que les impiden mejorar su funcionamiento y rendimiento interno.
Sera clave para optimizar el rendimiento del equipo generar un clima de apertura, cooperación y confianza entre el Líder del equipo y todos sus miembros, de forma que desde el conocimiento personal y compartir las fortalezas y vulnerabilidades de cada uno, les sea posible el diálogo franco y sincero. Dialogo reflexivo tiene que fructificar en un flujo de nuevas ideas dispuestas a ser compartidas, confrontadas y asumidas finalmente con generosidad y respecto por todos.
Es importante prestar atención a los roles que cada miembro tiene asignados en función de las tareas a desarrollar y los que realmente está desempeñando en función de las relaciones informales (mediador, cooperador, manipulador, egoísta, analítico, impulsor, animador..)… que se originan dentro del Grupo, para proporcionar feedback al Equipo de forma que una vez tome conciencia de ellas puedan realizar los ajustes precisos para clarificar de nuevo identidades y tareas, alineando y potenciando las aportaciones individuales que maximicen el desempeño del conjunto.
Aquí será conveniente observar el grado de inserción y adaptación de cada componente al Grupo para acelerar la integración y cooperación de todos los miembros poniéndolos en la misma onda vivencial y de trabajo dentro del Equipo. Hay que conocer lo que cada persona espera y piensa del Equipo, para alinear y si fuera preciso subordinar voluntariamente sus logros individuales a los colectivos. Será preciso dotar de identidad propia el Equipo y trabajar la integración de cada componente en el Equipo, para que adquiera un sentido de pertenencia al mismo y sea reconocido por el resto de miembros como un elemento valioso para el conjunto.
Como Coach nuestro papel no consistirá en suplantar al Líder del Equipo ni asumir las responsabilidades y decisiones que competen a él mismo y a su Equipo. Nuestra misión será al asistirle y apoyarle en este proceso en el que sin duda se requiere, de forma primordial, su Liderazgo para la Gestión de la Confianza entre él y los integrantes de su equipo, la Gestión de los Conflictos que pueden sobrevenir o aflorar, la Gestión del Riesgo en la definición de los objetivos y la toma de decisiones, la Gestión de la Frustración y superación del error, la Generosidad en el ofrecimiento y la renuncia a posturas personalistas no coadyuvantes con el objetivo común , la Gestión de Responsabilidades para actuar y afrontar los retos comunes, la Gestión del Compromiso individual y colectivo, la Gestión de la Comunicación, el Conocimiento mutuo y la Trasparencia, la Gestión de las Relaciones internas y externas dentro del Equipo y finalmente la Gestión del Aprendizaje.
Para finalizar destacar que el Coaching de Equipos es una poderosa herramienta, alternado con el Coaching individual, que permitirá a la Empresa mejorar de forma rápida y sobre el terreno el funcionamiento de sus Directivos y Equipos de Trabajo ,enfrentados a situaciones y entornos de trabajo altamente exigentes y competitivos, potenciando la consecución de sus objetivos.
La fuerza reside en las diferencias,no en las similitudes.
Stephen Covey
No hay comentarios:
Publicar un comentario