Demasiados aspirantes a Directivos son esclavos de la rutina. James Cash Penny
Llevar una Vida rutinaria, monótona, sin alicientes y carente de ilusión te produce hastío y aburrimiento.
Cosa bien distinta es cuando incorporamos Rutinas a nuestra vida cotidiana; rutinas que nos facultan para adquirir buenos hábitos desarrollando y fortaleciendo Destrezas y Habilidades a base de método, disciplina y repetición.
Está Rutinas son muy beneficiosas ya que nos permiten actuar de modo inconsciente y automático con el consiguiente ahorro de energía. Con ellas podemos sacar un mejor provecho a nuestra jornada, optimizar nuestro tiempo y centrarnos en las actividades verdaderamente importantes para nosotros.
Tus Rutinas te tienen que relajar, dar confianza y permitirte disfrutar del momento. He conocido a Directivos al borde de la “paranoia” por un exceso de método y planificación; unos agobiados y con su Vida presidida por una Agenda autoimpuesta y otros aletargados y sin imaginación por sus inercias e inacción mental a causa de sus Rutinas.
Ten Rutinas pero ten margen para la improvisación, haz cosas diferentes y no te comportes como un autómata, lleva una Vida estimulante, toma riesgos y déjate, de vez en cuando, arrastrar por la Aventura.
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