4.23.2015

SER PERMISIVO


La excesiva Permisividad corrompe  la Bondad creando  una falsa ilusión de Libertad

Como casi todo en la Vida, la Virtud suele estar en el punto medio, en el equilibrio, en saber adaptarse al entorno y sus circunstancias.

Esto  mismo sucede con la Permisividad. Un exceso de Permisividad provoca relajamiento, confusión e inequidad mientras que, por el contrario, cuando uno no es nada permisivo y carece de la flexibilidad necesaria para conceder algo y permitir saltarse la norma , cuando las circunstancias lo aconsejan, se convierte en una persona autoritaria, intolerante y excesivamente rígida.

Ser permisivo funciona mejor con entornos positivos o personas maduras y “preparadas” a las que se da libertad, autonomía y el margen necesario para llevar a cabo los objetivos encomendados permitiendo salirse de la hoja de ruta si fuera preciso.

Por el contrario en entornos desfavorables y hostiles , cuando  pecamos de Ser permisivos, podemos perder el Control de la Situación teniendo dificultad para dar marcha atrás y poner las cosas de nuevo en su sitio.

Mostrarse excesivamente  permisivo con personas poco responsables, inmaduras y escasamente capacitadas conduce a pobres o nulos resultados.

Por otro lado éstas, pueden creer, erróneamente o no, que flaqueamos y mostramos debilidad, llegando a incómodas situaciones resumidas en la frase gráfica que damos la mano y te toman el pie.

Ser permisivo y tolerante, respetando las actitudes y parecer el ajeno dentro de lo que es lícito, es bueno; pero no hay que confundirlo con Ser un consentidor , calificativo en el que se incurre cuando uno consiente y permite determinado comportamiento indeseado aún a sabiendas que debe impedirlo o poner freno al mismo . El Consentidor hace dejación de su responsabilidad, “abandona el puesto” y no sabe decir que no cuando debe.

Tampoco debemos confundir Permitir con Comprender. Ser compresivo es ponerse en el lugar de alguien, entender su propio punto de vista, sus circunstancias y de donde viene; pero ello no implica Ser permisivo con conductas ilícitas, perniciosas e indeseadas, por el bien de la persona y en su caso el Equipo en su conjunto.

En resumen ¡Tolerancia si ¡, pero con límites. Es importante ser flexible marcando siempre de antemano  las líneas rojas, para que nadie se llame a engaño y sepa a que atenerse. Hay determinadas actitudes y comportamientos  con los que no se puede ni debe transigir.

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