La Ignorancia siempre ha gozado de muy mala prensa, hasta tal punto
que aquel que se hace acreedor de la misma, el Ignorante, es tildado de incompetente, zoquete o bobalicón entre otros vituperios o
lindezas.
Pero no tiene que necesariamente
ser algo negativo y perjudicial. Como señaló agudamente el
escritor norteamericano Mark Twain ,
aquel que nos deleitó en nuestra temprana juventud con su famosa novela Las Aventuras de Town Sawyer, “Todo lo que necesitas para lograr el éxito es Ignorancia y Confianza”.
Confianza en ti mismo y en tus posibilidades , Confianza para enfrentarte a tus retos e Ignorancia para ser atrevido, audaz y así soslayar los problemas y dificultades con
los que necesariamente te vas a encontrar recordándonos aquella frase atribuida
a Einstein : Lo hice porque no sabía que era imposible.
Pero no siempre la Ignorancia es Atrevida (No sé que no sé), también
puede ser Precavida (Sé que no sé) y
en este caso nos previene y advierte
sobre nuestro desconocimiento sobre
algo .
Esta Ignorancia consciente nos
predispone al Aprendizaje, indagando,
buscando respuestas y alternativas, encontrando la mejor
manera de acometer un Proyecto o encontrar una solución a un Problema que nos concierne.
Constituye una fuente inagotable de conocimiento, o de
desconocimiento, según se mire, ya
que paradójicamente cuanto más conoces de un tema y vas haciendo nuevos descubrimientos y mas
interrogantes te van surgiendo, de forma que cuanto Mayor es tu conocimiento Mayor es tu Ignorancia.
Por ello la verdadera inteligencia no está en el Conocimiento, en lo que se sabe y conoce, sino en saber lo que se desconoce, se ignora y se indaga.
Eso sí, sea cual sea tu Ignorancia no permitas que vaya acompañada de la Arrogancia, el Descuido y la Presuntuosidad de aquellos dogmáticos que se creen “sabelotodo” y en realidad “no saben de nada”.
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