Como Directivos nos preocupa
obtener Mejores Resultados y ser
capaces de alcanzar los, cada vez mas exigentes y complejos, Objetivos que tenemos por delante.
Uno de los requisitos fundamentales para conseguirlo es contar con un Buen Equipo formado por gente competente,
comprometida y entusiasta.
Hasta hace bien poco el acento se ponía en las competencias personales de sus miembros, en la mejora de su desempeño así como en las prácticas y
procesos involucrados. Se buscaba Personas capacitadas en esta u otra habilidad
para adecuar sus competencias a los requisitos de cada Puesto, pero el Paradigma
está cambiando. Se trata ahora de contar con mejores Personas para producir
mejores Resultados.
A pesar de los progresos científicos y avances técnicos que se
producen día a día la diferencia entre
unas Compañías y otras, su autentica ventaja
competitiva sigue estando en las Personas
y su Calidad. Y por Calidad nos referimos a su talla personal y cualidades humanas.
Al Talento natural hay que sumarle
fortaleza de carácter, iniciativa y compromiso pero sobre todo un conjunto de Valores para discernir y hacer lo correcto en cada momento.
De ahí que la tarea de un Líder
no sea únicamente desarrollar a sus
Equipos de manera instrumental
mediante el desarrollo de “Skills”,
la Formación u otro tipo de acciones
de impacto superficial. Su Liderazgo
debe ser capaz de inspirar y catalizar la transformación interior de las Personas
buscando su crecimiento y
potenciando sus fortalezas y cualidades.
Transformación que surge tanto
del compromiso individual y
colectivo de ser mejores como de proveer
las condiciones necesarias para conseguirlo.
El Líder de hoy tiene que relegar su antiguo papel de controlador y capacitador a convertirse en un inspirador y generador estados
de ánimo positivos e estimulantes. Tiene que proveer a su Equipo de un propósito común donde tengan cabida las aspiraciones individuales
generando ilusión y movilizando conciencias y voluntades
para conseguir pasar de la mera intención
a la acción conjunta y coordinada. Como señalaba Nietzsche y acertadamente recogía Viktor Frankl en su libro el Hombre
en busca de Sentido quien tiene un porqué para vivir siempre encontrara casi siempre el Cómo.
Crear las condiciones
necesarias para permitir y estimular el crecimiento personal afecta a muchos ámbitos de la Empresa. Implica
accionar tanto desde la propia Estructura
Organizativa como desde el resto de Políticas
y Procedimientos para sistémicamente ser capaces de atraer, motivar y desarrollar a las Personas que trabajan
con nosotros. Con ello no sólo tendremos Mejores
Personas sino que conseguiremos de manera sostenible Mejores Resultados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario