11.20.2013

COACHING Y MANIPULACION

Lo que difiere a la Persuasión de la Manipulación es su Intención y Resultados. Mientras la primera es bien intencionada y genera emociones y actitudes positivas, la segunda es engañosa, perversa y negativa.

Corremos el peligro como Coaches de caer en la práctica de la Manipulación aunque lo hagamos de manera involuntaria o bien intencionada. Nadie pone en duda que tenemos que ser persuasivos en nuestra tarea de ayudar al Coachee a conseguir los Objetivos planteados en un Proceso de Coaching, pero la línea divisoria  entre la Persuasión y la Manipulación es muy difusa. De hecho se dice que ambas comparten los mismos objetivos, que no son otros mas que conseguir que alguien piense o actúe de manera diferente a los que habría hecho sin nuestra intervención.

De hecho cuando se solicita nuestros Servicios como Coaches es para que les ayudemos y actuemos de facilitadores para que puedan conseguir sus Metas. Ahora bien  nuestro Compromiso como Coaches será siempre con el Compromiso del Coachee para que éste  actúe por si mismo…... Ahí está una de las claves del Proceso, la Autonomía que damos al Coachee para que sea él quien caiga en la cuenta primero y decida después con absoluta libertad que cambios quiere realizar en su manera de pensar o actuar para alcanzar sus propósitos.

Si no actuamos así desde la consideración, respeto y libertad a la Persona podemos incurrir aunque sea involuntaria e inconscientemente en la Manipulación, mediante la cual manejamos e instrumentalizamos al Coachee estableciendo unos objetivos y marcando unos Planes de Acción que mas que suyos son realmente nuestros.

Una de las máximas que debe tener en cuenta todo Coach es dejar el Ego a un lado (Egoless) cuando acomete un Proceso de Coaching y ponerse en una situación de igualdad, sin prepotencia alguna ni ínfulas de superioridad que nos lleve a ejercer dominio sobre el Coachee y aprovecharnos de nuestra posición de Autoridad.

Evitaremos tentaciones de manipular al Coachee si estamos exclusivamente para él, reconociendo que  el Coachee es el auténtico protagonista del Proceso. Por ello no debemos de actuar urgidos por las prisas, ni sometidos a presiones ni condicionados por prejuicios, formados bien por nosotros o inducidos por otros, como puede el él Sponsor- ej. El Dpto de personal de la Empresa-  de nuestro Cliente.

En nuestro afán por culminar con éxito el Proceso podemos manipularle cuando conducimos el proceso de forma “muy dirigista” o le inducimos (ojo con las preguntas embudo o tendenciosas..) a plantearse unos Objetivos, que  a veces se presentan difusos o  le llevamos a adoptar unos planes de acción que planteamos cuasi como “deberes”. Hay que recordar que como Coaches no estamos para aleccionar, instruir o dirigir a nuestro Cliente; si para guiarle, inspirarle y acompañarle en su proceso de transformación y cambio.

Tampoco debemos aprovecharnos de la confianza que deposita en nosotros, de su vulnerabilidad o debilidades ni mucho menos hacerlos dependientes emocionalmente o psicológicamente de nosotros.. Nuestra labor será potenciar sus emociones positivas, autoconfianza, responsabilidad y desarrollo personal/profesional.

Por último otra forma a todas luces reprobable y mas sutil de Manipular es cuando provocamos voluntariamente su “quiebre” explotando sus Emociones. Prueba de ello sería estresar emocionalmente al Coachee llevándole al borde del “abismo “ para luego ofrecerle nuestra “mano salvadora” o enfrentarle a problemas y luego le ofrecerle soluciones, generándoles estados de necesidad o carencia que luego cubrimos.

Afortunadamente los Coaches Profesionales  que están certificados por las diversas Instituciones o Asociaciones Profesionales del Coaching someten su praxis profesional a estrictos Códigos Deontológicos que regulan  las normas de comportamiento y principios éticos que deben de estar presentes en todo momento en la relación con sus clientes o patrocinadores.

No hay comentarios: