El Pueblo que hace valer sus privilegios por encima de sus Principios
pronto pierde ambos Dwighr D. Eisenhower.
Normalmente cuando alguien evoca, ante una decisión o iniciativa, que actúa de una determinada forma por CUESTION DE PRINCIPIOS, nos advierte del
dilema moral al que se enfrenta señalando
la inevitabilidad de su Conducta impidiéndole
aceptar otras soluciones o alternativas que pudieran contravenir su Juicio Ético.
No siempre las cosas son sí y
muchas veces las personas buscando un beneficio
inmediato guiamos nuestro comportamiento de espaldas a esos Principios Universales, consustanciales
por otra parte a nuestra condición humana, que tratan de orientar e inspirar el desarrollo
de la Persona.
Vivimos en un Sociedad que sufre una profunda crisis de Valores Morales y una
falta de Liderazgo Ético que últimamente está poniendo en riesgo nuestro Proyecto de Vida en común. El Utilitarismo,
el Individualismo, la Falsedad e Hipocresía, son antivalores que ganan mas
adeptos frente al Compromiso, la Solidaridad,
la Autenticidad e Integridad Personal.
Salvo conductas admirables y
abnegadas de algunos no son muchos los ejemplos cotidianos que tenemos de
fidelidad a los Principios. Esos que nos hablan de Respeto a la Vida, a la Libertad y Dignidad de la Personas, a la Justicia,
al Bienestar Común, de gratitud, de fidelidad…..
Si bien conocemos todos la frase
que dice El Fin no justifica los Medios no
siempre la hacemos caso. Lamentablemente
lo fácil está al alcance de todos. Tomar el camino corto, sacar ventaja de la trampa y la mentira, contravenir la ley del esfuerzo,
contradecirse, incumplir promesas, envidiar y echar la culpa a los demás, evitar el compromiso son conductas
indeseadas que toman arraigo en nosotros desde temprana edad para obtener
nuestros propósitos.
Pero no todo son ventajas. ¡No todo vale¡. Olvidarnos de los Principios, tiene un coste. Ir en contra de nuestros Principios es atentar contra nosotros mismos, ir en
contra de nuestra propia Identidad.
A la poste, fuera de ilícitas e inmediatas ventajas, se puede convertir en una comportamiento aditivo que hará que acabemos
perdiendo nuestra dignidad y respeto personal. El nuestro y el de los demás.
En todo caso no debemos confundir Principios
con cabezonería. Hay quien justifica su rigidez y falta de flexibilidad aduciendo una supuesta CUESTION DE PRINCIPIOS. Tener Principios
no es Ser Dogmático es
ser Integro.
Por el contrario tampoco debemos caer
en la conducta adaptativa y utilitarista
que refleja ingeniosamente el admirado Groucho
Marx cuando decía: Estos son mis
principios, si no les gustan tengo otros. La cual podríamos también reescribir ahora diciendo: Estos son mis principios, si no me sirven los
cambio por otros.
No hay que olvidar, a riesgo
de ir contra corriente y pagar un precio por ellos, que tener Principios y actuar conforme a unos Valores que los reflejen es seguir el camino recto que nos llevará a la fin y a la postre hacia el Bien y la
Felicidad a la que todos aspiramos.
¡Guíate por tus Principios, no por sus Consecuencias¡
¡Guíate por tus Principios, no por sus Consecuencias¡
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