Lo que las leyes no prohiben, puede prohibirlo la honestidad (Séneca)
Sin fe se puede perder un juego cuando ya casi está ganado.(Paulo Coelho)
Intenta no volverte en un hombre éxito, sino en un hombre de valor (Einstein)
Honesty, Faith, Courage (Honestidad, Fé y Valor) es el lema que figura en el escudo del King´s College, poniendo de relieve tres de las mas importantes virtudes que deben de guiar el comportamiento de los Líderes de hoy.
A ellas añadiríamos la Humildad, la Gratitud y el Espíritu de Servicio para tener un poderoso conjunto de valores virtuosos que acompañen el buen hacer y sentir de nuestros dirigentes.
En tiempos como los que vivimos de crisis y profundos cambios en los que se resquebraja día tras día los pilares de nuestra Sociedad, cobra especial relieve ejercer un liderazgo sólido impregnado en valores, que fluye de dentro hacia afuera siendo capaz de impregnar los espíritus y movilizar el compromiso de las personas.
Honestidad, que actúe como fiel de la balanza de nuestra forma de actuar, en la que nuestro liderazgo se exprese sin dobleces, de forma sincera y genuina, siendo fieles a la verdad y actuando acordes a la justicia y reciprocidad. Honestidad que requerirá nuestra empatía, al tratar de comprender las aspiraciones y sentimientos de nuestros equipos y seguidores.
Fe, que nos permitirá alimentar como una fuerza interior nuestra voluntad y visión en post de nuestros objetivos y metas. Fe que acrecentará nuestra confianza y la de nuestros equipos al actuar en medio de la incertidumbre. Esta virtud hará que aflore un liderazgo basado en unas firmes convicciones que servirán de guía para conseguir nuestros propósitos y combatir la desesperanza y frustración.
Valor, que nos dé la fuerza y entereza de ánimo para tomar decisiones díficiles y luchar contra las dificultades sobreponiendose a los fracasos. Será nuestra determinación y coraje la que nos permita hacer de tripas corazón, cuando el escenario se vuelve desfavorable y hostil y todo a nuestro alrededor parece tambalearse. Es en estos momentos de profunda crisis cuando se pone a prueba la resistencia y fortaleza de ánimo del Líder para no perder el control de la situación y dejarse llevar por un estado de ánimo contagioso de derrota y desencanto. Será su perseverancia, entereza y buen gobierno la que alentará a sus equipos a seguir en la brecha y aceptar los sacrificios y cambios para salir de la crisis.
Si todo ello es importante, no menos es ser Humilde y reconocer las propias limitaciones y carencias. Huir de la creencia que un Líder debe tener todas las respuestas y estar dispuesto a mostrarse vulnerable y aceptar la ayuda de las otras personas. Humidad que nos aleje como Líderes del dogmatismo y de la trampa de la Soberbia, siendo consciente de nuestras cualidades y defectos mostrándonos el camino para crecer y superarnos como personas por medio del aprendizaje.
La Humildad debe ir acompañada de la Gratitud y Sobriedad. Ambas cualidades constituyen una muestra de nuestra salud mental y espiritual. Mediante la Gratitud, nos predisponemos a la apertura y reciprocidad frente a los demás. Nuestra Gratitud será signo de amistad y reconocimiento de los apoyos recibidos. Mostrarse agradecido a nuestro equipo por los esfuerzos y logros conseguidos hará que se sientan apreciados y correspondidos con nuestro afecto, reforzando nuestro liderazgo y su fidelidad.
La Sobriedad, nos liberará de pesadas cargas, de afanes y ambiciones desmedidas. La Sobriedad nos ayudará a valorar lo justo, a ser ecuánimes en nuestras decisiones y comportamientos. Nos dará la sabiduría y mesura para administrar nuestros recursos de forma eficaz y tener un control y autodominio que nos aleje de las veleidades y frivolidades que menoscaben nuestro liderazgo.
Dejamos para el final el Espíritu de Servicio, quien impregna de pleno el verdadero liderazgo, entendido como una fuerza influyente al servicio de los otros. Es la clave que nos conduce al éxito mediante la cooperación y la entrega. Es una actitud de renuncia que nos permite alcanzar el equilibrio interior y trascender de nuestro individualismo e intereses particulares volcándonos satisfacer las necesidades del grupo y perseguir el bien común.
Significa romper con el viejo paradigma que exige una dicotomía entre el logro y los resultados y el bienestar de las personas. El Liderazgo actual requiere Líderes con voluntad de entrega y sacrificio por los demás, que alienten esa vocación entre su gente, en los que el bienestar colectivo prime sobre el interés particular huyendo de planteamientos manipuladores en las que las personas no dejan de ser un vehículo para conseguir nuestros propios fines.
Cómo he señalado en algún otro post, el liderazgo se perfecciona a si mismo mediante la asunción y adopción voluntaria de los demás de ese liderazgo y ello sólo es posible cuando se sustenta en comportamientos éticos y valores morales. Por ello haciendo referencia al comienzo de éstas líneas debemos congratularnos que a nuestros jóvenes se les forme desde edad temprana en esos valores y como prueba de ello los estudiantes del King´s lleven bordado en el escudos de sus Uniformes el Lema: Honesty, Faith, Courage.
La Fe es la certeza de lo que se espera y la evidencia de lo que no se ve (Heb 11:1).
Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande. (Rabindranath Tagore)
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