Amigo mío - (Antoine De Saint-Exupéry) Amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego. A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo, en esa cita que será la nuestra.Hallo la paz. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares
No vamos a descubrir aquí el valor de la Amistad, que tan bien y poeticamente reflejada está por el famoso aviador y escritor francés Saint Exupery, autor del Principito, en su Carta a un Rehén. Si en cambio queremos poner el énfasis en reivindicar su importancia y su papel determinante en los logros de un Equipo de Alto Rendimiento.
Conceptos como compañerismo y camaradería parecen términos menores relegados a otros tiempos y ámbitos ajenos a la realidad empresarial. A unos nos retrotraen a nuestra juventud, al Colegio, Servicio Militar, a otros a los tiempos de su militancia política o sindical, pero estudios recientes apoyados en los descubrimientos de la Neurociencia han demostrado que las relaciones afectivas y vínculos de amistad provocan en nuestro cuerpo una respuesta hormonal segregando un neuro péptido conocido como la Oxitocina que fortalece las relaciones de confianza, seguridad y colaboración entre las personas, tan necesarias para el éxito de un Equipo.
Que el hombre es un ser social es algo que a estas alturas, a pesar del creciente individualismo occidental, nadie lo pone en duda. Los antropólogos sociales han puesto de manifiesto el papel crucial del lenguaje y las relaciones sociales en la evolución de la especie humana, evolución en la que la cooperación ha sido el rasgo conductual mas sobresaliente para conseguir la supervivencia como especie. Ello hace que nuestro cerebro sea un cerebro eminentemente social, actuando como órgano ejecutivo y rector de nuestras relaciones entre nuestros semejantes, que impactan y condicionan nuestras respuestas.
Quien ha dirigido Equipos de Alto Rendimiento, conoce bien que estos, además de unas metas claras, precisan elevadas dosis de intercambio puntual de información y cooperación entre sus miembros para afrontar sus exigentes retos. Para ello es preciso que los miembros de un Equipo, elegidos por otro lado desde la óptica de la diversidad y la complementariedad de conocimientos, competencia habilidades, personales y caracteres, confíen los unos en los otros, y estén dispuestos a apoyarse mutuamente.
Para conseguir resultados exigentes un Equipo precisa compartir permanentemente abundante información, medir y evaluar puntualmente su desempeño y tomar riesgos, tarea harto difícil desde la incomodidad, desconfianza mutua y autodefensa frente a las posibles amenazas de lo desconocido, que surgen inevitablemente como respuesta emocional cuando se crea un nuevo Equipo y se le enfrenta a importantes retos.
De ahí la conveniencia de no rotar excesivamente los Equipos y generar o fortalecer sus vínculos afectivos o de amistad favoreciendo el conocimiento mutuo y convivencia de las personas, mas allá de su entorno diario de trabajo.
Cuando se alcanzan entre los componentes de un Equipo un espíritu de respeto, camaradería y franqueza, cada persona está dispuesta abrirse a los otros, a compartir y tender la mano a quien lo precise. Unos y otros se animan y apoyan mutuamente, comparten información con agrado y proactivamente , no se privan de manifestar sus opiniones, compartir experiencias, ni son remisos a solicitar ayuda o mostrarse vulnerable cuando lo precisan.
Se generan vínculos de compromiso mutuo, confianza y seguridad por lo que se asumen de buen grado los riesgos y se apoyan las decisiones que se toman en el seno del Grupo. O lo que es lo mismo se evitan roces, envidias,recelos innecesarios, se pone coto al ego e individualismo competitivo y se suman y complementan las capacidades y esfuerzos individuales al servicio del logro colectivo.
No debemos olvidarnos tampoco de la importancia que tiene el Reconocimiento espontáneo y sincero entre Compañeros por los logros conseguidos, además del formal manifestado por los Jefes y Superiores, para subir la moral del Equipo y facilitar la consecución de metas mas elevadas.
Por todo, será responsabilidad de los Directivos o Líderes de los proyectos crear las condiciones adecuadas para conseguir que se alcance esta unión y buen clima de trabajo propiciando las relaciones estrechas , tanto dentro como fuera del trabajo, entre sus colaboradores.
Si a ello le añaden una información detallada y clara de las metas a conseguir, una comunicación franca, fluida e ilusionante, su predisposición a ser accesibles, brindando autonomía a sus Equipos, proveyendo de los recursos necesarios, actuando con equidad y reconociendo los logros individuales y del Equipo, el éxito y los resultados, por ambiciosos que parezcan, están garantizados.
Un amigo verdadero es alguien que cree en ti aunque tu hayas dejado de creer en ti mismo.
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