Por lo general tengo un pie en la realidad y otro en la
imaginación. Mi realidad necesita imaginación como un bombillo necesita un
interruptor; mi imaginación necesita la realidad como un ciego necesita un
bastón. Tom Waits
De vez en cuando es conveniente
darse un Baño de Realidad. Dejar a
un lado las ensoñaciones y bajar a la
tierra.
Se dice que los logros están a la altura de los sueños que uno tiene, pero ¡ojo¡
cuidado no vuelen tan alto y
sean tan vagos que sean inalcanzables.
No podemos siempre estar viviendo
de expectativas en un Mundo ficticio que se aleja de la Realidad. Un Mundo que cada uno de
nosotros nos hemos creado; con nuestros propios demonios y ángeles de la guarda, a los que invocamos en un vano
intento de exorcizar nuestra Vida cuando la adversidad y el infortunio se
apodera de nosotros y las cosas toman un derrotero distinto al que deseamos.
Vivimos a menudo en las nubes, rodeados de expectativas, que lamentablemente vemos como se esfuman ante
nosotros causándonos decepción, frustración y dolor.
Oponemos resistencia y nos negamos a aceptar las cosas; nos refugiamos
muchas veces en una especie de vida paralela o “realidad
virtual” alimentada por nuestras fantasías
y deseos; preferimos inconscientemente
seguir viviendo de ilusiones,
negando la evidencia que tenemos ante nosotros, temerosos de conocer “la Verdad”.
Pero no se trata de matar el deseo para ahorrarnos de la decepción,
¡Claro que no¡. Para huir de la mediocridad, es bueno y necesario tener
deseos,
mantener ilusiones y ser optimista; perseguir algo, ponerse retos y objetivos, siempre que estos sean, aunque ambiciosos, reales y alcanzables, nos hará progresar en la Vida.
Lo que no podemos es ser meros espectadores de nuestra Vida, estando a la espera de que se cumplan nuestras expectativas. ¡Hagámonos cargo de nuestra situación y
responsabilicemonos de la misma¡.
Además de soñar, debemos actuar y hacer posibles nuestros sueños tomando conciencia de nuestra situación, medios a nuestro alcance y posibilidades reales.
Además de soñar, debemos actuar y hacer posibles nuestros sueños tomando conciencia de nuestra situación, medios a nuestro alcance y posibilidades reales.
Vivamos el Presente, abrámonos a la experiencia
diaria y dejemos a un lado juicios e
ideas preconcebidas. Comuniquemos
nuestras necesidades y deseos haciendo partícipes a los demás.
Sin olvidar que si
queremos cambiar nuestra realidad debemos
empezar por aceptarla y conocerla mejor, por mucho que nos duela o no nos guste.
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