El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede. Jorge Bucay
No
sólo como Directivo también como Persona tenemos afortunadamente por delante un
amplio campo para mejorar. Nuestra Vida es un continuo proceso de cambio y adaptación
y en esta labor apoyarnos en un Coach Profesional nos puede ayudar
mucho para acelerar nuestro aprendizaje.
No
se trata de esnobismo o de una moda pasajera, tener un Coach
nos permitirá sacar el máximo partido
a nuestra Experiencia.
Hace
bien poco las empresas contrataban a un Coach
para aquellos ejecutivos que tenían
algún tipo de problema en su desempeño. Incluso como “ultima posibilidad” antes de ponerle
en la calle si las cosas no cambiaban.
Hoy
el día el panorama ha cambiado y casi nadie pone en cuestión la potencialidad
del Coaching como herramienta de Desarrollo Personal, de ahí la
importancia de marcarse unos objetivos,y trabajarlos con
el apoyo de un Coach.
Tener
un Coach contribuirá a poner en
orden nuestra vida, clarificar valores y
propósitos, profundizando en nuestras creencias
y objetivos, permitiéndonos cuestionar nuestro “comportamiento y ejecución” para maximizar todo nuestro potencial
de desarrollo.
Nos
ayudará a ver nuestros puntos ciegos…¡Que no para los otros¡ abriéndonos
los ojos y dotándonos de una nueva perspectiva para desatascarnos y liberarnos
de las ataduras y obstáculos que nos separan de nuestras Metas .
Nos
permitirá cuando lo precisemos mostrarnos
vulnerables, intercambiar ideas y opiniones, lejos de miradas hostiles o falsos
aduladores.
Nuestro
Coach nos dará el soporte emocional
y la energía que precisemos para
emprender nuevos retos y aprovechar las
oportunidades.
Contar con un Coach nos proporcionará el equilibrio personal que precisamos permitiéndonos
por un lado descubrir nuestras
potencialidades y por otro entrenarnos a sacar el mejor partido de ellas y ponerlas
en valor para conseguir los propósitos que nos hayamos marcado.
Pero
para conseguir todo ello, lo primordial será establecer una relación de confianza con
el Coach y sobre todo contar con nuestro Compromiso.
En un Proceso de Coaching los protagonistas somos
cada uno de nosotros. El Coach está ahí como facilitador para guiarnos y acompañarnos en
el Proceso pero somos nosotros quienes con su apoyo marcamos la Hoja de
Ruta, establecemos los objetivos y finalmente ponemos
nuestro empeño y trabajo en recorrerlo.
Si
muchos tienen ya un Coach o Entrenador Personal para poner en forma su Cuerpo,
¿Por qué no invertir en un Coach para poner en forma la Mente y el Espiritu?
Te animas?
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