La mejor forma de hacer un discurso es tener un buen comienzo, un buen final y que ambos estén cercanos
¿Cuantas veces has salido defraudado tras acudir a una charla o conferencia atraído por el título de la misma o el nombre del Conferenciante, por culpa de una deficiente exposición por parte de éste? Por otro lado ¿Cuántas veces te has sentido nervioso, atenazado o preso del miedo, cuando por razones profesionales has tenido que realizar una presentación a un Comité de Dirección o a un Auditorio de Clientes, Empleados, o Público en general?
Con independencia que la práctica sea una de la mejores maneras para vencer los miedos tanto al rechazo, como al fracaso o al ridículo y superar las barreras y dificultades con que habitualmente nos encontramos para hablar en público, te voy a dar unos sencillos consejos que espero te sirvan de utilidad en tu próxima exposición pública o presentación.
El primero sería tener algo que trasmitir, una historia que contar.Para lo cual es preciso tener amplios conocimientos sobre el tema que se va a hablar, es decir conocer bien la historia, el segundo consistiría en comunicar bien esa historia conectando con la audiencia y despertando el interés del auditorio, y por último llegaríamos al punto crucial y determinante de toda comunicación efectiva: Influir en el pensamiento y comportamiento de nuestros escuchantes.
Como fase previa deberás preparar bien los contenidos y ensayar con anterioridad tu Presentación para ajustarla, sentirte cómodo y familiarizado con ella. Para lo cual es imprescindible que intentes conectar con las verdaderas necesidades y expectativas de tu Audiencia, preguntándote acerca de cuales son las cosas que desconocen y/o necesitan saber sobre el tema en particular de tu discurso o presentación, o que nuevos puntos de vista o percepciones sobre el tema te gustaría generar en tu Audiencia.
Una vez repasado estos aspectos, para ser relevante y despertar el interés de tu Público, tienes que seleccionar los mensajes principales y estructurarlos de una manera sencilla, clara y coherente de tal forma que los enfatices y muestres lo verdaderamente importante prescindiendo de lo accesorio y superfluo. Para ello un buen recurso es repetirlos a lo largo de tu exposición o construir una historia dramatizando tu discurso en el que no debería faltar un Conflicto, el Nudo y su Desenlace.
Llegado el momento de realizar la Presentación (es aconsejable haber conocido previamente el lugar de la misma y comprobar el correcto funcionamiento de los soportes audiovisuales, micrófonos, pruebas de voz…), lo fundamental es que te sientas cómodo. Se veraz, muéstrate auténtico, no trates de imitar a otros, mantente fiel a ti mismo y haz la presentación fiel a tu propio estilo de una manera fresca y entusiasta.
Conviene recordar que menos del 10% lo comunicamos con palabras, el 30% con sonidos y el 60 % restante con el lenguaje corporal. Por lo que más allá de tus palabras y contenidos debes mostrar conocimiento, convicción y entusiasmo a tu Audiencia
Cuidarás tu expresión facial y postura, denotando interés y seguridad, evitando parecer demasiado ansioso, apresurado o tal vez desinteresado. Tu mirada no deberá ser huidiza y debes procurar mantener contacto visual con toda tu audiencia, fijando tu atención de forma sucesiva a los distintas zonas del auditorio. No atropelles las palabras. Tu entonación, pausas y cadencia de la voz evitarán un discurso plano y monocorde. Tus movimientos de cuerpo y manos acompañarán tu discurso, reforzándolo ni distrayéndolo. Tienes que exhibir convencimiento, pasión y capacidad de persuasión.
Finalmente y para lograr causar un verdadero impacto con tu Presentación (Se recuerdan menos del 25% de lo dicho) tu mensaje debe movilizar a la acción, provocar las reacciones deseadas en tu Audiencia despertando sus emociones Tu discurso no debe resultar enlatado, demasiado elaborado y poco flexible. Se natural, directo, singulariza y habla al corazón de cada persona.
Es conveniente que arranques tu exposición yendo directo a la historia, conectando con sus expectativas y despertando su atención desde el principio. Utiliza anécdotas, utiliza el sentido del humor o sírvete de experiencias anteriores.
Apoya tus palabras con contenidos visuales y emocionales que sean mas fáciles de recordar por la Audiencia. Maneja el ritmo, las pausas y silencios. Sírvete de las metáforas e imágenes de impacto. Utiliza diversos recursos retóricos que sorprendan y diviertan a tus escuchantes.
Cuando utilices presentaciones de Power Point, no las recargues, busca la claridad y sobriedad. No los abrumes con datos e informaciones y no te muestres grandilocuente ni quieras parecer un sabelotodo (recuerda que es ideal 4 o 5 líneas por slide con no mas 5 0 6 palabras por línea).
Es aconsejable que finalices tu intervención a modo de conclusión con una pregunta que mueva a la acción o una sentencia directa y positiva
Por último recordarte que la brevedad es una virtud. No alargues innecesariamente tu Presentación, darás tiempo al turno de preguntas e intervenciones del Público y no impacientarás ni aburrirás a tu Audiencia.
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