Las emociones son consustanciales a nuestra vida afectiva y surgen espontáneamente como respuestas neurofisiológicas de nuestro organismo frente a estímulos y pensamientos. Lejos de eliminarlas, cuestión nada deseable y por otro lado difícil de conseguir, lo importante es aprender a reconocerlas, tomar conciencia y distancia de ellas para posteriormente controlarlas. De esta forma podremos mejorar y modelar nuestra respuestas abriéndonos mas posibilidades en el futuro.
Ello no es tarea sencilla ya que son innatas y nos suelen asaltar con ímpetu y de forma súbita. Tienen una base biológica ubicadas en las estructuras subcorticoides de nuestro cerebro y preparan a nuestro organismo para responder adaptativamente ante los estímulos exteriores.
Es del todo importante aprender a gestionar nuestras emociones ya que habitualmente el sentimiento antecede a la razón y por ende nuestra conducta y capacidad de decisión están fuertemente condicionadas por las emociones( como respuestas mas especificas y temporales) y los estados de ánimo ( mas permanente y generalistas ). Ello implica que si cambias tu emocionalidad cambiaran tus acciones y podrás guiarte con mas autonomía y control de la situación.
Unos consejos sencillos para comenzar a controlar nuestras emociones son:
1) Tener calma y darse un respiro antes de responder de forma cuasi automática.
Se puede relajar uno instantáneamente haciendo un ejercicio de inspiración y expiración profunda.
Si se puede no respondas apresuradamente date un tiempo, para sopesar la situación
Si dispones de mas tiempo haz ejercicios de relajación muscular. Sientate relajado y vete “desconectando “ lentamente los músculos de tu cuerpo desde los pies a la cabeza, mientras respiras lenta y profundamente y “vacias” tu mente de pensamientos (Puede ayudarte de un mantra o palabra repetitiva)
2) Identificar y reconocer las emociones nos ayudará a modular nuestras respuestas
Para ello es importante sentir lo que uno está sintiendo y tratar de ponerle nombres (enojo, frustración ,ira, miedo, impotencia, tristeza…..)
3) Reconocer porque estoy sintiendo esto. Tomar conciencia y hacerse preguntas para averiguar ¿Qué hay detrás de este sentimiento? y¿cuales son los pensamiento que me asaltan? ¿Qué es lo que me lo ha provocado? ¿En que otras ocasiones me he sentido así? ¿Qué ha pasado por mi cabeza? ¿Qué puedo cambiar?.
Identificar los hechos, sus mensajes y los estímulos que hay tras nuestras emociones será tarea fundamental para poder gestionar nuestras respuestas. No olvides que muchas veces somos esclavos de nuestras emociones y estamos respondiendo a hechos o estímulos de nuestro pasado y primeros años de nuestra vida.
4) Instantes antes de de responder preguntarse ¿Para que? Voy a responder así
Preguntarse sobre cuales son las consecuencias de nuestras respuestas frente a determinadas emociones, nos hará modular y reorientar las mismas. ¿Qué consigo respondiendo así? ¿Qué necesidad trato de satisfacer? ¿Puedo ser injusto o arbitrario con mi conducta? Sopesa y analiza tus posibles respuestas, elige aquellas que te convengan y no te cierren posibilidades y actúa atendiendo a tus propios criterios
5) Cambia tus pensamientos. Trata de identificar los pensamientos que te invaden. Identifica los negativos y transfórmalos en pensamientos positivos. Transforma tus pensamientos de fracaso, impotencia, odio inseguridad por confianza en tus capacidades y fortalezas. Ello te habilitara para conseguir cambiar tu emoción, trasformar “tu” realidad y conducta posterior.
6) Escucha tu lenguaje. Utilízalo para cambiar tus emociones. Presta atención a tus conversaciones internas y externas que mantienes. Mira que discurso has construido, en base a tu pasado y estado anímico, reflexiona sobre que emociones genera, prueba a cambiarlo y verás lo que sucede.
El lenguaje no sólo es descriptivo, es generativo y tiene el poder de transformar la realidad. La fuerza de las palabras es tan poderosa que por si solas pueden desatar diferentes tipos de emociones en nosotros.
Ante una emoción negativa, paralizante o desagradable prueba a identificar las palabras que están asociadas a la misma. Repásalas mentalmente o haz una lista con ellas. A continuación genera una lista con otras palabras que despierten en uno mismo las emociones contrarias, emociones positivas, constructivas y estimulantes. Confronta ambas listas y veras como te llenas de energía y poco a poco se van neutralizando las emociones no deseadas.
7) Sírvete de tu corporalidad para cambiar tus emociones.
Es conocido el vinculo y conexión existente entre el pensamiento, cuerpo y emociones y como actuando sobre uno de ellos influimos en los otros dos ámbitos de nuestra existencia. Existe una fuerza que impulsa a los tres ámbitos a alinearse y no entrar en contradicción unos con otros permitiendo una congruencia y coherencia interna entre el pensar, sentir y hacer.
De igual modo que nuestras emociones provocan una respuesta corporal afectando a nuestra toda nuestra salud (presión arterial, malestar general, dolores musculares, cansancio, insomnios, inapetencia, ulceras sudoración,…). Si actuando sobre nuestro cuerpo (gestos, posturas, ejercicio físico,yoga,…) podemos “milagrosamente” cambiar nuestras emociones.
Una sonrisa te ayudará a sentirte bien, alegre, optimista, huir de los enojos y ganar en confianza. Caminar erguido, con la espalda derecha y los hombros rectos, te ayudará a mejorar tu autoestima y determinación. Levantar la cabeza y mirar a directamente a los ojos te dará confianza y seguridad. El ejercicio físico te dará energía y te hará sentirte más capaz y optimista. Si relajas tu gesto, abandonas tu seriedad y el ceño fruncido dejarás de estar centrado en los problemas y te sentirás feliz, tu mente será mas creativa y te podrás focalizar en las soluciones.
8) Visualiza tus logros y éxitos. Antes de superar una prueba o un reto, relájate ,empodérate, concéntrate con determinación en el logro y mírate a ti mismo como si lo hubieras conseguido ya. Ello te dará confianza, te ayudará a encauzar tus emociones y te focalizará hacia la meta.
9) Mantén un espíritu positivo y con sentido del humor. Ríete, incluso de ti mismo. Se optimista y ten sentido del humor. Libérate, no te lo tomes todo tan a pecho. Desdramatiza las situaciones y no te culpes por ellas.
10) Rodéate de gente que te pueda ayudar y un ambiente estimulante y positivo
Ten empatía y se capaz de ayudar y dejarte ayudar por los demás. Abandona los ambientes y hábitos poco estimulante y destructivos.
11) Trabaja tu autoconfianza y autoestima Aprende a sentirte con el control de ti mismo. Siéntete responsable, compórtate con madurez, toma las riendas de tu vida y no te abandones al albur de los acontecimientos. Conócete y acéptate con tus virtudes y defectos acéptate
12) Se perserverante y persistente. No te rindas a la primera, mantén un espíritu constructivo. Acepta la adversidad, se resistente ante ella, identifica los retos y mira las dificultades como desafíos.
Si siento depresión , cantaré. Si siento tristeza, reiré. Si me siento enfermo duplicaré mi trabajo. Si siento miedo seguiré adelante. Si me siento pobre pensaré en la riqueza. Si me siento insignificante recordaré mis metas. - Og Mandino
Todos podemos enojarnos, eso es fácil. Pero enojarnos con la persona correcta, en la medida justa, en el momento adecuado, por la razón pertinente y del modo apropiado - eso no es fácil- Aristóteles
Ello no es tarea sencilla ya que son innatas y nos suelen asaltar con ímpetu y de forma súbita. Tienen una base biológica ubicadas en las estructuras subcorticoides de nuestro cerebro y preparan a nuestro organismo para responder adaptativamente ante los estímulos exteriores.
Es del todo importante aprender a gestionar nuestras emociones ya que habitualmente el sentimiento antecede a la razón y por ende nuestra conducta y capacidad de decisión están fuertemente condicionadas por las emociones( como respuestas mas especificas y temporales) y los estados de ánimo ( mas permanente y generalistas ). Ello implica que si cambias tu emocionalidad cambiaran tus acciones y podrás guiarte con mas autonomía y control de la situación.
Unos consejos sencillos para comenzar a controlar nuestras emociones son:
1) Tener calma y darse un respiro antes de responder de forma cuasi automática.
Se puede relajar uno instantáneamente haciendo un ejercicio de inspiración y expiración profunda.
Si se puede no respondas apresuradamente date un tiempo, para sopesar la situación
Si dispones de mas tiempo haz ejercicios de relajación muscular. Sientate relajado y vete “desconectando “ lentamente los músculos de tu cuerpo desde los pies a la cabeza, mientras respiras lenta y profundamente y “vacias” tu mente de pensamientos (Puede ayudarte de un mantra o palabra repetitiva)
2) Identificar y reconocer las emociones nos ayudará a modular nuestras respuestas
Para ello es importante sentir lo que uno está sintiendo y tratar de ponerle nombres (enojo, frustración ,ira, miedo, impotencia, tristeza…..)
3) Reconocer porque estoy sintiendo esto. Tomar conciencia y hacerse preguntas para averiguar ¿Qué hay detrás de este sentimiento? y¿cuales son los pensamiento que me asaltan? ¿Qué es lo que me lo ha provocado? ¿En que otras ocasiones me he sentido así? ¿Qué ha pasado por mi cabeza? ¿Qué puedo cambiar?.
Identificar los hechos, sus mensajes y los estímulos que hay tras nuestras emociones será tarea fundamental para poder gestionar nuestras respuestas. No olvides que muchas veces somos esclavos de nuestras emociones y estamos respondiendo a hechos o estímulos de nuestro pasado y primeros años de nuestra vida.
4) Instantes antes de de responder preguntarse ¿Para que? Voy a responder así
Preguntarse sobre cuales son las consecuencias de nuestras respuestas frente a determinadas emociones, nos hará modular y reorientar las mismas. ¿Qué consigo respondiendo así? ¿Qué necesidad trato de satisfacer? ¿Puedo ser injusto o arbitrario con mi conducta? Sopesa y analiza tus posibles respuestas, elige aquellas que te convengan y no te cierren posibilidades y actúa atendiendo a tus propios criterios
5) Cambia tus pensamientos. Trata de identificar los pensamientos que te invaden. Identifica los negativos y transfórmalos en pensamientos positivos. Transforma tus pensamientos de fracaso, impotencia, odio inseguridad por confianza en tus capacidades y fortalezas. Ello te habilitara para conseguir cambiar tu emoción, trasformar “tu” realidad y conducta posterior.
6) Escucha tu lenguaje. Utilízalo para cambiar tus emociones. Presta atención a tus conversaciones internas y externas que mantienes. Mira que discurso has construido, en base a tu pasado y estado anímico, reflexiona sobre que emociones genera, prueba a cambiarlo y verás lo que sucede.
El lenguaje no sólo es descriptivo, es generativo y tiene el poder de transformar la realidad. La fuerza de las palabras es tan poderosa que por si solas pueden desatar diferentes tipos de emociones en nosotros.
Ante una emoción negativa, paralizante o desagradable prueba a identificar las palabras que están asociadas a la misma. Repásalas mentalmente o haz una lista con ellas. A continuación genera una lista con otras palabras que despierten en uno mismo las emociones contrarias, emociones positivas, constructivas y estimulantes. Confronta ambas listas y veras como te llenas de energía y poco a poco se van neutralizando las emociones no deseadas.
7) Sírvete de tu corporalidad para cambiar tus emociones.
Es conocido el vinculo y conexión existente entre el pensamiento, cuerpo y emociones y como actuando sobre uno de ellos influimos en los otros dos ámbitos de nuestra existencia. Existe una fuerza que impulsa a los tres ámbitos a alinearse y no entrar en contradicción unos con otros permitiendo una congruencia y coherencia interna entre el pensar, sentir y hacer.
De igual modo que nuestras emociones provocan una respuesta corporal afectando a nuestra toda nuestra salud (presión arterial, malestar general, dolores musculares, cansancio, insomnios, inapetencia, ulceras sudoración,…). Si actuando sobre nuestro cuerpo (gestos, posturas, ejercicio físico,yoga,…) podemos “milagrosamente” cambiar nuestras emociones.
Una sonrisa te ayudará a sentirte bien, alegre, optimista, huir de los enojos y ganar en confianza. Caminar erguido, con la espalda derecha y los hombros rectos, te ayudará a mejorar tu autoestima y determinación. Levantar la cabeza y mirar a directamente a los ojos te dará confianza y seguridad. El ejercicio físico te dará energía y te hará sentirte más capaz y optimista. Si relajas tu gesto, abandonas tu seriedad y el ceño fruncido dejarás de estar centrado en los problemas y te sentirás feliz, tu mente será mas creativa y te podrás focalizar en las soluciones.
8) Visualiza tus logros y éxitos. Antes de superar una prueba o un reto, relájate ,empodérate, concéntrate con determinación en el logro y mírate a ti mismo como si lo hubieras conseguido ya. Ello te dará confianza, te ayudará a encauzar tus emociones y te focalizará hacia la meta.
9) Mantén un espíritu positivo y con sentido del humor. Ríete, incluso de ti mismo. Se optimista y ten sentido del humor. Libérate, no te lo tomes todo tan a pecho. Desdramatiza las situaciones y no te culpes por ellas.
10) Rodéate de gente que te pueda ayudar y un ambiente estimulante y positivo
Ten empatía y se capaz de ayudar y dejarte ayudar por los demás. Abandona los ambientes y hábitos poco estimulante y destructivos.
11) Trabaja tu autoconfianza y autoestima Aprende a sentirte con el control de ti mismo. Siéntete responsable, compórtate con madurez, toma las riendas de tu vida y no te abandones al albur de los acontecimientos. Conócete y acéptate con tus virtudes y defectos acéptate
12) Se perserverante y persistente. No te rindas a la primera, mantén un espíritu constructivo. Acepta la adversidad, se resistente ante ella, identifica los retos y mira las dificultades como desafíos.
Si siento depresión , cantaré. Si siento tristeza, reiré. Si me siento enfermo duplicaré mi trabajo. Si siento miedo seguiré adelante. Si me siento pobre pensaré en la riqueza. Si me siento insignificante recordaré mis metas. - Og Mandino
Todos podemos enojarnos, eso es fácil. Pero enojarnos con la persona correcta, en la medida justa, en el momento adecuado, por la razón pertinente y del modo apropiado - eso no es fácil- Aristóteles
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